Sarcoma de Kaposi
Dr. Dennis Landaverde - Hospital Mexico, Universidad de Costa Rica, Costa Rica
El cáncer constituye un problema de salud pública global creciente que afecta a todas las personas sin distinción de raza ni género.
En la medida que la edad de la población y el control de las enfermedades infecciosas aumentan la esperanza de vida, el cáncer y otras enfermedades no transmisibles se están convirtiendo en cargas cada vez más importantes de mortalidad en los países de ingresos bajos y medianos. Más del 70% de los casos de cáncer serán diagnosticados en LMIC en 2030.
La Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) estima un aumento de la incidencia de cáncer de 50,2% y de la mortalidad en 55,7 % para el 2035, si no se instauran urgentes medidas.
Uno de los factores que contribuyen a que la mortalidad sea elevada, son los diagnósticos en etapas avanzadas de la enfermedad, especialmente en los pacientes atendidos en el sector público. Además, los retrasos en el diagnóstico y/o el tratamiento constituyen pérdidas de oportunidades de curación lo cual impacta en la sobrevida. Todo lo cual aumenta el sufrimiento por la enfermedad y conlleva tratamientos más costosos y agresivos.
En las minorías sociales esta problemática se profundiza. Las poblaciones LGBTIQ tienen tasas más altas de cáncer colorrectal, endometrio, pulmón, mama, piel, próstata y mayor exposición a factores de riesgo relacionados con el cáncer (tabaquismo, mayor consumo de alcohol, obesidad, nuliparidad).
Las tasas de detección del cáncer son más bajas en las poblaciones LGBTIQ principalmente debido a barreras de acceso al sistema de salud y discriminación. Las personas LGTBIQ con cáncer presentan mayores disparidades asociadas a mala calidad de vida con mayores niveles de estrés y peores resultados de salud relacionados fundamentalmente con discriminación, exclusión social, pérdida de apoyo familiar y depresión.
Todas las personas tienen una orientación sexual, una identidad de género y una expresión de género.
El respeto a la identidad de género es un Derecho Humano, así como el acceso universal a la salud integral con un trato digno y respetuoso.
La orientación de género no constituye per se un factor de riesgo para el cáncer, pero sí para múltiples factores sociales determinantes o condicionantes del entorno.
Esto debe llamar a la reflexión a la sociedad toda a fin de estar a la altura de las circunstancias mostrando la madurez necesaria y de este modo contribuir en la construcción de un mundo más equitativo.
Esta innovadora puesta en marcha de e-Cancer, con foco en la población LGTBIQ, está dirigida tanto a pacientes como familiares, amigos, público en general y equipos de salud la que será de gran ayuda para poner sobre la mesa estas cuestiones relevantes.
Agradezco y felicito a ecancer por poner en agenda esta temática dándole visibilidad, el desconocimiento profundiza las inequidades en el control del cáncer.
Dra. Julia Ismael
Oncóloga Clínica,
Ex-Directora del Instituto nacional del Cáncer Argentina.
-
Category
No comments found